Yo digo

En un mundo donde todos alzan la voz para gritar al viento sus verdades, yo comento suavemente qué opino de la Humanidad. (Todos los links de este blog abren en una ventana nueva)

lunes, junio 26, 2006

Hipocresía

Hipocresía: Fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan.
(Diccionario de la Real Academia Española.)

Desde joven me llamó la atención la evidente diferencia que muchas veces había entre los comportamientos de las personas y los supuestos estándares sociales de conducta que debían seguirse. O podría decir, en un intento de explicar mejor esta idea, la diferencia entre el reconocimiento que se daba a una persona (o que esta persona se daba a sí misma) y el verdadero reconocimiento que su conducta real en sociedad debería haber tenido, de imperar un poco más de justicia en este mundo.
Esta diferencia, como dije, siempre me pareció obvia, demasiado evidente, y por tanto, me asombraba que nadie comentara públicamente ese detalle, habida cuenta que no era apenas un detalle, sino que se proclamaba (el estándar de conducta) como el "deber ser" de las personas en sociedad.
Voy a pasar a algunos hechos concretos, tal vez de diferente tenor, pero que a mi entender, refieren a la misma cuestión.
Hace pocos días, por ejemplo, he visto publicada en el diario local una extensa nota a un empresario de la zona dedicado a la misma actividad que yo realizo. (Me gustaría poner el link a la misma, pero tal vez me pondría un tanto en evidencia y prefiero evitarlo por ahora.) En la misma se anunciaba con bombos y platillos una gran inversión (cercana al millón de dólares) que este hombre hacía en instalaciones para su emprendimiento, y se hacía gran alharaca con el hecho de la novísima tecnología que se empleaba, lo adelantado de los sistemas que se aplicaban, un salto cualitativo para la industria del sector, etc., etc... Todo muy lindo, excepto por el pequeño hecho de que este hombre fue enjuiciado y condenado a prisión (hecho publicado en todos los diarios) por una deuda con el fisco del orden de los diez millones de dólares. Nuevamente podría poner aquí el link, pero no quiero establecer muchas relaciones con el tema por ahora.
Es decir, que mientras el hombre exhibía (a través de la nota del periódico) un excelente estándar de conducta social y empresaria (exitoso, gran inversor, mejorando tecnológicamente el sector, etc.), en realidad el tipo tiene un comportamiento social que deja mucho que desear (millonaria evasión impositiva.)
En fin, sé que este mundo es injusto y por tanto no cabe esperar mucho apego al "deber ser", pero no deja de indignarme la cuestión...

sábado, junio 24, 2006

End of Story

Cuando comencé este blog recuerdo haber tenido la intención de expresar mis opiniones sobre este extraño mundo que tan incomprensible me resulta muchas veces. Sin embargo, evidentemente tenía necesidad de exponer algunas vivencias propias y eso preferí: sacar estas cuestiones que tenía guardadas. Con esta entrada cierro el tema de mi crisis.

Para terminar la historia, resta decir que, luego de iniciada mi recuperación, mi hermano siguió su affaire con mi prima. Se puede usar esta palabra ya que ella estaba oficialmente de novia con un muchacho desde hacía unos cinco años. Por suerte mi crisis fue muy bien manejada por mi psiquiatra y mi psicólogo de modo que no me afectó demasiado el hecho de que él siguiera con esa relación; de a poco me fui desligando del tema y dedicandome con mucho entusiasmo al trabajo.

Pero todo tiene un final y esa relación también lo tuvo, unos seis meses después. Según parece -ya que obviamente no accedí a los detalles- mi prima despachó a mi hermano imprevistamente, digamos, casi de un día para otro. Mi hermano se sintió desesperado y parece que pasó varios días de mucho sufrimiento por ese silencio repentino de su pareja, hasta que decidió pedir ayuda. ¡Justamente a mí! ¿Qué podía yo hacer? Es mi hermano. Le dí unos tranquilizantes (los mismos que yo estaba tomando) para calmarlo un poco y le recomendé que fuera a ver algunos profesionales -psiquiatras y psicólogos-. Afortunadamente me hizo caso e inició un tratamiento, aparentemente con buen resultado. Una psicóloga le hizo un test de Rorschach que dió como increíble resultado ¡una baja autoestima! ¡Mi hermano, a quién yo tenía por ganador entre las mujeres y un ídolo para mí! En fin, sorpresas que nos depara la vida...

Y así se va cerrando este capítulo de mi vida. Digamos, todo vuelve a ser como era entonces. Aunque en el medio -sufrimientos mediante- aprendimos algunas lecciones.

lunes, junio 19, 2006

Crónica de una caída anunciada

Dentro de lo posible, recurriré a la brevedad.
Como ya dije, mi familia arregló para que una prima segunda venga a vivir a casa y cuidar a la abuela. Esta prima en cuestión tenía en ese momento (principios de 2005) alrededor de 19 años. Siguiendo mi habitual costumbre de ser introvertido/tímido/cerrado en mí mismo, no dialogué mucho con ella, creo que pasaron varios días hasta que pude tener una mínima confianza para intercambiar unas pocas palabras. Pero con el paso del tiempo fuimos ganando más confianza mutua, y de mi parte, todo desembocó en lo que no debía: me sentí atraído por ella.
Acá tengo que hacer un necesario paréntesis para
aclarar un par de cosas: 1) en mi familia somos cuatro hermanos, yo soy el menor y con el que me sigue en edad (hacía arriba) siempre fuimos muy compañeros, siempre él fue el guía en todas nuestras actividades, yo lo he visto como un líder en mi vida. 2) de forma misteriosa, parece que las mujeres lo encuentran atractivo. A mí me resulta imposible confirmarlo, no por envidia ni nada de eso: simplemente es mi hermano, nunca lo analicé de otra forma. Por el contrario, siempre me consideré falto de atractivo físico (aunque no intelectual, pero... ¿a quién le importa eso hoy en día?) Así, las pocas mujeres que conocimos en común siempre se terminaron decantando de manera natural por él, ya que era mayor (que yo al menos) y más atractivo.

De ese modo, resultó natural que, a pocos meses de vivir en casa, mi (nuestra) prima cayera rendida por los encantos de mi hermano. Pequeño detalle: yo, que siempre vivo en la luna, no me había avispado de esa relación.
En pocas semanas fue creciendo mi interés por ella, aunque mi timidez me impedía declarar nada que no fuera una gran amistad. De hecho ella en todo momento me vió como un amigo en el que podía confiar mucho. Me contaba todos sus problemas y cuestiones, incluso sentimentales...
En fin, para ir poniendo fin a este relato inconexo, llegó un momento en que estallé: tomé súbita conciencia de que yo estaba enamorado de ella (enamorado en el sentido amplio de la palabra) pero que nunca podría decírselo porque ella no sentía lo mismo por mí, y además, comencé a tener una ligera sospecha (siempre dormido yo) de que ella podría estar teniendo una relación con mi hermano. Fueron días muy desdichados para mí: lloraba cuando estaba solo, no sabía a quién recurrir, nada tenía sentido... En los momento en que se iba acrecentando mi convicción de que entre mi hermano y ella había algo llegué a considerar la posibilidad de recurrir al suicidio... Un día, como en una intervención divina, me llama un amigo muy cercano. Aunque intenté conversar normalmente con él, yo estaba destruído y comencé a llorar al teléfono. El me ofreció que nos reuniéramos inmediatamente por si podía ayudarme en algo, y allí, en la soledad de un sitio apartado de la ciudad, pude desahogarme y contarle todo mi tormento.
Su intervención fue decisiva y debo estarle inmensamente agradecido por los consejos que me dio. En concreto, que esa chica no era para mí, que no era de confiar en cuanto a una relación amorosa (incluso vaticinó que la relación con mi hermano no iba a durar, cosa que así ocurrió), que el amor era algo mucho más profundo y complejo que esas sensaciones que yo tenía, que algunas personas, por más que lo deseen, no estan hechas para vivir en pareja (lo dijo en relación a mí, y supongo que tiene razón...), etc... Además mi amigo me sugirió que consultara a un profesional (psiquiatra o psicólogo) porque me veía muy alterado y necesitaba una urgente redirección de mis emociones.
El resto es todo mejoría. Me desentendí de esa relación, "perdoné" a mi hermano (aunque me costó bastante tiempo...), me dediqué con ahínco al trabajo y a disfrutar los placeres de la vida que siempre me atrajeron: lectura, música, películas.
Y esa es mi personal caída al infierno. Soy muy consciente de que no es ni por asomo lo peor que le puede pasar a una persona, pero fue la crisis más fuerte que sufrí en mi vida. Creo que me fortaleció e hizo cambiar la perspectiva en muchas cosas.

domingo, junio 18, 2006

Crisis y recuperación

Ayer tuve mi habitual consulta con mi psiquiatra. Por suerte me atendió bastante rápido, ya que suele tener pilas de pacientes esperando y a veces la espera se hace interminable. Recuerdo un viernes que salí como a las diez de la noche, y quedaban un par de pacientes aun... En fin, estoy contento porque me bajó la dosis de las pastillas que estoy tomando, ahora estoy en una dosis mínimas de 0.50 mg. de alprazolam por día y 0.25 mg. de sertralina por día. Una mejora sustancial si lo comparo con los comienzos del tratamiento, hace unos ocho o nueve meses, cuando tomaba 2 mg. del primero y 0.75 del segundo. El psiquiatra me recomendó que siga yendo al psicólogo (la verdad que hace como un mes que no voy) y cuando yo le comenté que el psicólogo me había hablado de la posibilidad de recurrir a una psicomotricista para reforzar el tratamiento, el tipo dijo que era una buena idea y me recomendó una (distinta a la que me había recomendado el psicólogo.) Como la que me había dicho el psicólogo quedaba ahí cerca, cuando salí de la consulta fuí. No sé muy bien qué esperaba pero sin duda que fue algo raro. La tipa me hizo pasar a una sala donde había objetos por lo menos extraños, relacionados con la actividad lúdica que se debe desarrollar para exteriorizar ciertos comportamientos sobre los que luego se trabaja; así, había pelotas, almohadones, elementos para dibujar, aros (como los de baile), etc... me hizo sentar en el piso (bueno, sobre un almohadón) y me comentó qué ofrecía ella desde la terapia. Por suerte los tratamientos son cortos, alrededor de diez meses, y como no me quedaba otra tuve que aceptar. Estoy comenzando el próximo martes. Veremos qué pasa.
A todo esto, tengo que comentar brevemente cómo es mi historia y porqué me encuentro súbitamente metido con psiquiatras, psicólogos, psicomotricistas (¿se llamarán así?), antidepresivos, etc., etc...
Sin embargo, tengo que aclarar que estoy mejor que nunca. Sin duda la crisis que me llevó a esta situación ha sido admirablemente manejada por un grupo de gente que supo exactamente qué decir y qué hacer en el momento justo. La pasé mal, es cierto, de hecho estamos hablando de una crisis, pero por suerte fue breve y la superé muy bien.
Todo comenzó el año pasado. Mi abuela debió ser internada y cuando salió de la clínica estaba un tanto débil, de modo que necesitabamos a alguien que la cuidara. Si bien vive con nosotros, y somos cinco en casa, nuestro ritmo habitual de trabajo es lo suficientemente intenso para impedir que nos dediquemos mucho a otra cosa. Así, necesitabamos a alguien que pudiera cuidarla y estar a su disposición. Como no es sencillo meter a alguien desconocido en casa (ya que esta persona debería estar las 24 horas con mi abuela), luego de una breve búsqueda mis padres se decidieron por consultar a una prima segunda nuestra (es decir, de mis hermanos y mía.) O sea que la madre de esta chica es prima hermana de mi padre. Y la abuela de esta chica es hermana de mi abuela. De allí la conexión, que fuera de eso, hay que decir la verdad, yo no la registraba demasiado, ya que por lo general en mi familia no tenemos mucho contacto con el resto de las ramas de la misma.
(continuará)

miércoles, junio 14, 2006

Sueño de una noche de otoño

En este día en verdad poco otoñal, más bien caluroso y húmedo, nada propio del cercano invierno que arribará en siete días, recuerdo el sueño que tuve anoche.
Lamentablemente yo debería mantener una línea de sobriedad en mis comentarios, pero pronto conocerán mis cambiantes estados de ánimo: días de intenso trabajo, reflexión y ganas de vivir, seguidos por períodos de relativa dejadez y abandono a los placeres carnales.
Justamente ayer tuve un clímax en mi etapa de vida disipada, luego de venir calentando motores (mentalmente, se entiende) con mi amor imposible. Luego de un clímax sexual inspirado en fotos de ella, lamentablemente no pude volver a mi cauce ideal de empeño por el trabajo diario y las artes intelectuales que tanto me apasionan en mi tiempo libre; más bien seguí obnubilado por su presencia (ideal, se entiende), al punto de soñar con ella por la noche.
No fue un sueño precisamente erótico en el sentido sexual de la palabra, pero su sola presencia y el hecho de que compartieramos un diálogo le dió un tinte sensual a mi experiencia orínica. En el diálogo, justamente, ella me comentaba algo así como "todos los días me saco una foto, para mostrarle... a nadie." Esto está muy relacionado con mi fantasía con ella, basada justamente en fotos suyas obtenidas por medios (debo reconocerlo) non-sanctos. Lo que sugería su speech era "¿no querés quedarte con estas fotos mías?"
Ella, a quién por ahora sólo puedo identificar como V. (ya que revelar su identidad me pondría en un serio aprieto), no es excepcionalmente hermosa, pero los mecanismos de la mente son misteriosos, y como dice Soriano en su hermoso libro Cuentos de los años felices, "en esa época yo perseguía a una rubia inabordable. No era hermosa, pero yo la idealizaba porque la sabía inalcanzable." (cito de memoria)
Me ocurre lo mismo con V. Es atractiva, pero mi idealización proviene del hecho de que sea inalcanzable por motivos tanto míos como de ella.
En fin, aunque V. tiene un hermoso cabello castaño, es igualmente inalcanzable, y como los personajes de Soriano, tal vez estoy destinado a seguir sin esperanzas su figura, ignorando (prefiriendo ignorar) que al tener un supuesto objetivo dejo de lado la posibilidad de acercarme a alguien real, abordable.
Me gustaría poner una foto de ella aquí pero por el momento es imposible... sin embargo, encontré por casualidad esta foto (ya voy a contar su historia...) de una chica que se parece bastante a ella, en la expresión de su rostro, la forma de pararse y esa mirada entre ingenua y sensual que dirige a la cámara. Sé que no se vé mucho, pero no encontré una foto más grande.

lunes, junio 12, 2006

Arriba ese ánimo

Estoy hecho un vago. Comprensible si tenemos en cuenta que son las 0100 de un lunes y ya va siendo hora de darle a la almohada. O sea, que la semana ya empezó (hace una hora, ja) y yo todavía no hice nada. Y como no tengo muchas ganas de hacer nada right now, me voy a leer un rato a Sloan Wilson y su maravilloso Ice Brothers, paso previo a dormirme.
No que el libro sea soporífero, lo leí más de diez veces y me sigue atrapando como la primera vez, pero el único momento que tengo para leer durante el día es minutos antes de dormirme.
Y como el tiempo va pasando, los dejo con un comentario de una película que no pueden dejar de ver. Y si ya la vieron, véanla de vuelta. Un maravilloso drama románticos, y se los dice un tipo que no sabe lo que es el amor.

Amèlie (Le fabuleux destin d'Amelie Poulain)


Amelie no es una chica como las demás. Ha visto a su pez de colores deslizarse hacia las alcantarillas municipales, a su madre morir en la plaza de Notre-Dame y a su padre dedicar todo su afecto a un gnomo de jardín. De repente, a sus veintidós años, descubre su objetivo en la vida: arreglar la vida de los demás.
A partir de entonces, inventa toda clase de estrategias para intervenir, sin que se den cuenta, en la existencia de varias personas de su entorno. Entre ellas está su portera, que pasa los días bebiendo vino de Oporto; Georgette, una estanquera hipocondríaca: o "el hombre de cristal", un vecino que sólo ve el mundo a través de la reproducción de un cuadro de Renoir.
Es una película maravillosa, buena por tantos motivos que no sé por donde empezar a comentarla.Ya los primeros minutos nos ponen sobre aviso de que estamos ante una película poco común: historias de vida relatadas de manera disparatada, movimientos de cámara que revolucionan la imagen.Empecemos por la historia en sí: es una historia común, de una joven (Amelie) que lucha por conocer el amor, hasta que lo encuentra, pero aun en este punto, su forma de ser introvertida le impide dar el último paso hacia la felicidad. Reconozco que es una trama demasiado simple, repetida hasta el hartazgo, pero acá está contada de una forma tan extraña, y con ciertos aderezos que la hacen encantadora.Para empezar, los personajes son todos particulares. no es la habitual recopilación de personas extravagantes a que nos puede tener acostumbrado Hollywood, acá las personas tienen vidas con alguna extraña característica pero siguen siendo personajes entrañables, no se convierten en tipos que hacen alarde de esa diferencia. Me sorprendió escuchar en el dvd de extras cuando el director comentó que todos los personajes están más o menos basados en historias reales que él fue recopilando a lo largo del tiempo, hasta que decidió que la historia de Amelie debía ser el eje central. tal vez esto los haga particulares: son historias reales, sin duda que con algún grado de distorsión, pero no son inventados. Audrey Tautou (Amelie) se roba la película. el personaje está muy bien creado, han hecho una chica tímida, introvertida, criada con rígidas normas; y se la ve vestida con ropa muy pasada de moda, hasta con un peinado que remite casi a los años '50 o antes incluso (estoy seguro que las mujeres entenderan mejor que yo estos temas) y la actriz le suma una caracterización impecable, con pocos diálogos, que por otra parte no hacen falta por la expresividad de su rostro y sus grandes ojos negros. Claro que para entender a Amelie también ayuda la voz en off del relator. El director hace un trabajo impecable: la cámara se mueve con mucha fluidez, las tomas son extraordinarias, hay una ambientación con colores vivos que se repite a lo largo de las escenas. Hay que prestar atención, también, a la música de Yann Tiersen. (¿lleva una 's' o dos?)

Posibles spoilers: (pueden contarse partes de la película)
La historia está llena de bocadillos imperdibles que van formando su trama: los pensamientos de Amelie se reproducen en un programa de televisión, sus sentimientos con respecto a un joven se desarrollan a través de un cuadro que pinta un anciano amigo de ella, se conoce con este joven a través de carteles pegados en las paredes del subte.