Yo digo

En un mundo donde todos alzan la voz para gritar al viento sus verdades, yo comento suavemente qué opino de la Humanidad. (Todos los links de este blog abren en una ventana nueva)

lunes, junio 12, 2006

Arriba ese ánimo

Estoy hecho un vago. Comprensible si tenemos en cuenta que son las 0100 de un lunes y ya va siendo hora de darle a la almohada. O sea, que la semana ya empezó (hace una hora, ja) y yo todavía no hice nada. Y como no tengo muchas ganas de hacer nada right now, me voy a leer un rato a Sloan Wilson y su maravilloso Ice Brothers, paso previo a dormirme.
No que el libro sea soporífero, lo leí más de diez veces y me sigue atrapando como la primera vez, pero el único momento que tengo para leer durante el día es minutos antes de dormirme.
Y como el tiempo va pasando, los dejo con un comentario de una película que no pueden dejar de ver. Y si ya la vieron, véanla de vuelta. Un maravilloso drama románticos, y se los dice un tipo que no sabe lo que es el amor.

Amèlie (Le fabuleux destin d'Amelie Poulain)


Amelie no es una chica como las demás. Ha visto a su pez de colores deslizarse hacia las alcantarillas municipales, a su madre morir en la plaza de Notre-Dame y a su padre dedicar todo su afecto a un gnomo de jardín. De repente, a sus veintidós años, descubre su objetivo en la vida: arreglar la vida de los demás.
A partir de entonces, inventa toda clase de estrategias para intervenir, sin que se den cuenta, en la existencia de varias personas de su entorno. Entre ellas está su portera, que pasa los días bebiendo vino de Oporto; Georgette, una estanquera hipocondríaca: o "el hombre de cristal", un vecino que sólo ve el mundo a través de la reproducción de un cuadro de Renoir.
Es una película maravillosa, buena por tantos motivos que no sé por donde empezar a comentarla.Ya los primeros minutos nos ponen sobre aviso de que estamos ante una película poco común: historias de vida relatadas de manera disparatada, movimientos de cámara que revolucionan la imagen.Empecemos por la historia en sí: es una historia común, de una joven (Amelie) que lucha por conocer el amor, hasta que lo encuentra, pero aun en este punto, su forma de ser introvertida le impide dar el último paso hacia la felicidad. Reconozco que es una trama demasiado simple, repetida hasta el hartazgo, pero acá está contada de una forma tan extraña, y con ciertos aderezos que la hacen encantadora.Para empezar, los personajes son todos particulares. no es la habitual recopilación de personas extravagantes a que nos puede tener acostumbrado Hollywood, acá las personas tienen vidas con alguna extraña característica pero siguen siendo personajes entrañables, no se convierten en tipos que hacen alarde de esa diferencia. Me sorprendió escuchar en el dvd de extras cuando el director comentó que todos los personajes están más o menos basados en historias reales que él fue recopilando a lo largo del tiempo, hasta que decidió que la historia de Amelie debía ser el eje central. tal vez esto los haga particulares: son historias reales, sin duda que con algún grado de distorsión, pero no son inventados. Audrey Tautou (Amelie) se roba la película. el personaje está muy bien creado, han hecho una chica tímida, introvertida, criada con rígidas normas; y se la ve vestida con ropa muy pasada de moda, hasta con un peinado que remite casi a los años '50 o antes incluso (estoy seguro que las mujeres entenderan mejor que yo estos temas) y la actriz le suma una caracterización impecable, con pocos diálogos, que por otra parte no hacen falta por la expresividad de su rostro y sus grandes ojos negros. Claro que para entender a Amelie también ayuda la voz en off del relator. El director hace un trabajo impecable: la cámara se mueve con mucha fluidez, las tomas son extraordinarias, hay una ambientación con colores vivos que se repite a lo largo de las escenas. Hay que prestar atención, también, a la música de Yann Tiersen. (¿lleva una 's' o dos?)

Posibles spoilers: (pueden contarse partes de la película)
La historia está llena de bocadillos imperdibles que van formando su trama: los pensamientos de Amelie se reproducen en un programa de televisión, sus sentimientos con respecto a un joven se desarrollan a través de un cuadro que pinta un anciano amigo de ella, se conoce con este joven a través de carteles pegados en las paredes del subte.